Secretos - Mitos - Tabúes. ¿Hasta que punto la vergüenza alrededor de la menstruación afecto la relación con tú cuerpo y con tu vida sexual?
victor morillas
Era diciembre de 2018 y mientras caminaba por las calles de la colonia Roma en Ciudad de México, me encontré con la exposición Diseño y empoderamiento femenino en el MUCA-ROMA, la exposición invitaba al propio cuestionamiento en relación a cómo hemos vivido la menstruación siendo mujeres y como los hombres se relacionan respecto a la menstruación con las mujeres. Se mostraban ejemplos de ropa interior que ya incluyen una tecnología que absorbe el sangrando; acompañada de referencias con comentarios como:
La marca que vende esta ropa interior, no tiene prácticas de equidad de género, ni sueldos dignos para los colaboradores.
Lo que realmente me lleve de esa exposición fue una serie de fotografías de la artista Arvida Bystrom; sin duda fue una inspiración que dio forma a lo que un año más tarde sería este proceso de libertad, imaginación y creatividad a partir de usar la sangre de la menstruación como materia prima. Por supuesto es lo más natural - pero lo hemos vivido como algo que nos apena o nos humilla si alguien más supiera que estamos menstruando - ¿De dónde viene tal pudor?
Días después de haber visto esta exposición me quedé reflexionando:
Necesitamos abrir esta conversación en nuestros momentos del café, incluso con otras mujeres puede ser penoso decir que estas menstruando y si es un hombre la vergüenza se puede duplicar y si tú ropa se mancha puedes sentirte humillada.
Tenemos que llegar a un punto donde sencillamente sepamos ver lo natural como normal, quizá entonces juntos podamos luchar_pelear nuestros derechos humanos. Debemos parar la vergüenza alrededor de la menstruación, la sexualidad, el género y la menopausia. Por nombrar algunos.
Hay dos aspectos biológicos en el cuerpo de una mujer en los que estará sangrando y esa es la única sangre que debemos normalizar en el cuerpo de las mujeres; el primer aspecto es la menstruación y el segundo es el momento del parto (para las que eligen tener hijos).
No tengo claro a qué edad fue mi primer período, pero recuerdo muy bien que en cada período sentía que todo mundo sabía que estaba menstruando, que percibía mi aroma y no quería salir a la calle o en la escuela era demasiado estrés pensar que podía “ensuciarme”, así que mejor me amarraba el suéter. Lo que más recuerdo es que eran días vergonzosos conmigo, crecí con puros hombres, no había hermanas para intercambiar experiencias o dudas.
Nunca es tarde para vivir la menstruación con libertad y apertura. Cynthia me invitó en enero 2021 a un grupo de mujeres que quisieran relacionarse con su período menstrual de una manera abierta, nos contó que sus períodos eran inestables y dolorosos; que este proyecto tenía como hilo conductor cambiar la vergüenza por creatividad. Cada mes compartiríamos alguna pintura o expresión usando como tinta la sangre de nuestra menstruación. Sentí mucha curiosidad y acepte, la mayoría de las participantes usaba la copa menstrual, a mí nunca me interesó la copa, yo ya había regresado a las toallas de tela, y me imaginé hacer una especie de lienzos con el dibujo natural que el sangrado dejará en la tela y después hacer algún bordado, cuando tuve la primera tela que iba a usar y vi la forma que había dibujado el sangrado me gusto mucho la similitud con los mapas; estaba muy emocionada, ese enero me sentía descansada - había empezado a bordar unas posturas de yoga, tenía la postura del árbol para ponerla en medio de la tela y proyectar el equilibrio que sentía en ese momento durante el proceso de hacerlo.
Hacerlo me hizo sentir presente conmigo, se sintió como algo que importa y que necesitamos compartir con los más jóvenes para normalizar y que nadie más siga viviendo la menstruación como un Tabú. Cada mes sentía emoción de pensar en la tela que iba a destinar para mi lienzo, un día cualquiera ya en medio de la pandemia me encontré con una convocatoria para participar en una exposición donde podías inscribir alguna pieza que hubieras bordado para expresar el autoconocimiento, yo quería decir con mi prenda:
La única sangre que puede normalizarse en el cuerpo de las mujeres, es la sangre de la menstruación.
Hacer esto me ha hecho pensar en lo diferente que debe ser crecer con una mentalidad libre de vergüenza donde no existe ningún motivo de vergüenza, nuestro inicio en la vida sexual está directamente relacionado con la menstruación y quizá iniciamos nuestra sexualidad llenas de ignorancia, no lo hablamos, nos morimos de pena y los hombres también mueren de vergüenza de preguntar. Ahora me provoca risa, está todo al revés; es normal ver las imágenes de la guerra donde hay muertes, sangre y violencia. Pero hablar de los procesos biológicos del cuerpo humano puede ser aún de adultos incómodo y humillante.
Necesito generar reflexiones conmigo y provocar reflexiones con otras mujeres y hombres de mi edad alrededor de estos temas. Por ejemplo pienso que; los padres nos podrían guiar y enseñar de adolescentes que la “prueba de amor” tendría que ser los resultados de unos análisis que digan que estamos libres de enfermedades venéreas, ¿a caso no sería esto una poderosa forma de comprender el amor propio, el autocuidado y el cuidado del otro?
Algo que disfruto mucho hacer es justo generar conversaciones con chicos de secundaria, la última que hice tenía un propósito claro, quería decirles: casarse y tener hijos es sólo uno de los caminos a seguir en la vida, pero hay muchos otros estilos de vida que puedes seguir, no todos quieren ser mamás o papás y no todos quieren estar en pareja; hay algo más.
En esta platica junto con Lorena, les contamos una historia que sonaba como un cuento, no sabían que les estábamos contando parte de nuestras historias y relación con el cuerpo y el sexo. Al final nos entregaron en unas tarjetas algunos comentarios o dudas; es conmovedor y también es preocupante que no encuentren en casa con quien hablarlo o bien que no se les valide porque son jóvenes, algunos comentarios decían:
¿Cómo puedo saber cuando es un buen momento para tener sexo?
Quise hablar con mi mamá sobre el amor y ella me respondió: Porque estas pensando en eso, dedícate a estudiar.
Yo nunca podré tener hijos aunque me gustaría, pero mi condición de Trans es muy difícil y nadie me entiende.
¿Qué me puede pasar si nunca tengo sexo?
Esto que ustedes hacen es muy necesario, porque nosotros no tenemos con quien hablar o no nos toman en serio porque somos jóvenes y solo tenemos que estudiar.
A mí me partió el corazón saber que tienen esas dudas y no hay acompañamiento, yo tampoco lo tuve - siento una conexión con las juventudes. Nosotras acercamos recursos y un directorio de paginas web donde pueden indagar y encontrar apoyo, también nos podían escribir a nosotras. Nadie escribió.
Me quedé pensando en la pregunta: ¿donde inicia la violencia en nuestra vida? O ¿de dónde proviene el inicio de la violencia en nuestra vida? En casa y en la escuela tendrían que ser los lugares seguros, sin embargo hay muchos seres humanos que reconocen estos dos lugares como el inicio de la violencia en su vida. Por eso encuentro necesario visitar los salones de clase. Y hago estas actividades voluntariamente, porque pienso que tenemos que contribuir a romper los ciclos de ignorancia y vergüenza alrededor de nuestro cuerpo.
Mary Beatrice Kenner creó la toalla sanitaria comercial que conocemos, para todas las que sí hemos tenido acceso a una toalla sanitaria y a vivir con higiene el período menstrual - nos toca contribuir a que más mujeres vivan sin vergüenza su período menstrual, podemos acercar información y ayudar a conversar sobre nuestros procesos naturales en espacios seguros y abiertos donde puedan exponer sus dudas -. Que puedan tener una sana relación con su cuerpo; porque esto definitivamente va provocar una sociedad abierta, receptiva y solidaria.
Nadie más nos puede liberar de tabúes sobre nuestro propio cuerpo, hasta que tomemos el coraje de romper nuestro propio tabú alrededor del cuerpo y todo lo que ocurre en él; lo que sí nos ayuda y mucho es la información, el conocimiento y el acompañamiento junto a otros seres humanos.
No había considerado usar la sangre de la menstruación para crear formas como mapas que pudieran expresar mi equilibrio o dolor menstrual o el caos que estoy viendo en el mundo. Haber aceptado unirme a más mujeres para usar nuestra sangre para pintar y expresarnos me regalo la posibilidad de romper con la vergüenza de manchar la ropa, la cama, el auto; a mis 40 años me sentí libre y sostenible en mi proceso biológico de menstruar. Y sí, ahora también vivo mi menstruación con un compromiso de cuidado ambiental.
Durante este proceso tuve que notar que estoy cada mes más cerca del final de mi menstruación y que viene otro proceso del que también se habla en voz baja y que hay que empezar a subirle el volumen; la Menopausia.
Finalmente este camino de apertura que duró de enero a diciembre 2020 se transforma en charlas y talleres para adultos y adolescentes de todos los géneros alrededor de la menstruación, la menopausia y nuestro impacto ambiental con los procesos biológicos del cuerpo humano.
Que nadie vuelva a sentir vergüenza por manchar al menstruar o por preguntar sobre la menstruación, hablemos en voz alta estos temas que son naturales.
Abre la conversación en tu círculo social inmediato, inicia contigo. Invítame a tu conversación o a colocar esta pequeña exposición en tu salón de clase y provocar la creatividad alrededor de lo natural.
Si quieres apoyar económicamente este proyecto educativo, por favor déjanos un contacto para ampliar la información.
La sangre menstrual es la única que debemos normalizar en el cuerpo de la mujer.
Te presento mi colección :
Bordar la menstruación
Gracias por leer, gracias por compartir tu sentir en los comentarios y si te hace sentido puedes compartir este texto.
Con respeto,
Grisel Alcántara M.